Jean Webster y la mala suerte (Papaíto Piernas Largas y Mi Querido Enemigo)

Aviso que esta entrada tiene spoilers de libros, serie y películas.

Me da lástima Jean Webster... pasó poco tiempo en este mundo y se guardó muchas cosas por escribir. Si no es mi autora favorita está entre las mejores de mi catálogo. Menos mal pudo saborear un poco de las mieles del éxito, tanto público como personal antes de morir tan joven (casi 40 años para mí lo es).

Jean Webster me gusta más que Louise May Alcott. Quizá porque a una la leí primero que a la otra y la obra de Webster es más acotada. Escribió varias obras pero yo he leído dos, y sé que varios se quejan que su catálogo es bastante pobre traducido al español. De LMA solo he leído Mujercitas y al principio no me gustó. No me pregunten por qué porque no sabría qué responder, por ahí lo hago en otro momento y estoy ahora acá hablando de Webster. Esta escritora me parece menos conocida, así como fascinante: Jean heredó de su pariente por parte materna Mark Twain un natural sentido del humor, y era una mujer política, aunque muchas de sus ideas sean controvertidas hoy en día (como su simpatía por la eugenesia), para la época era una socialista fabiana en un Estados Unidos, adelantada para su tiempo, hablando en su obra de la igualdad salarial del hombre y de la mujer, que los pobres necesitan más que caridad y una crítica que para la época era un palazo a los políticos, indiferentes a las necesidades del pueblo y que ven en ellos más que números de votantes para las próximas elecciones.

Jean posando para una foto con la famosa cara de culo que ponía toda la gente de la época cuando querían inmortalizarse. De todas formas me la imagino como una mujer risueña.

Voy a empezar del final para atrás. A Jean Webster la conocí primero por Mi Querido Enemigo. Leí el libro en el colegio y es increíble cómo Sallie McBride evoluciona desde un personaje frívolo, aunque simpático, a demostrar un verdadero amor por los niños del orfanato el cual está a su cargo, el Hogar John Grier. Es una historia de cómo dos personas que no se caen bien (por no decir que se odian) pasan a estimarse y al final, enamorarse gracias a los propósitos en común que tienen ambos para con los huérfanos. Podría ser la típica historia de amor/odio, pero a mi parecer la autora buscaba escribir el Orgullo y Prejuicio de la época, con mucho mas tinte político social, pues Sallie es una prometedora muchacha de clase media alta, que se codea con la alta sociedad y tiene un pretendiente con ambiciones políticas; entonces trabajando en el Hogar descubre un mundo oscuro, donde la pobreza y el origen desgracias de las criaturas define sus destinos, afanándose finalmente en mejorarles la calidad de vida. Lo genial de la novela es que, a pesar de estar escrita en formato epistolar, la autora no justifica a la protagonista. Todos se burlan de Sallie por su frivolidad, incluso su pareja amiga que la metió en el Hogar, el matrimonio Pendleton, de entre ellos dos la mujer fue su compañera y amiga de college. De hecho pareciese que le proponen el trabajo de directora de un orfanato como una especie de antídoto contra sus defectos. Sallie, como buena burguesa, no se cree capaz de semejante proeza mas su buen corazón le impulsa a hacer todo lo que se pueda, siempre con la excusa de que dejará todo más o menos ordenado para cuando venga su sucesora.

Una de las ediciones que tiene la editorial Zig-Zag. Una de las cosas que me gustan es la ilustración de la portada, de algún ilustrador del cual he visto sus trabajos desde el kinder pero no me sé ni su nombre.

De este libro me gusta más su trama enfocada en lo social que en la accidentada relación de Sallie McBride y el doctor. Es bonita, pero no soy muy dada a las historias de amor/odio aunque reconozco que está bien contada. Me encanta en desarrollo de personajes que se presenta en la novela, y como dije antes, la novela no justifica a Sallie, ella misma sabe de sus defectos, no está orgullosa de ellos aunque no se esfuerza por cambiar, pero las circunstancias de la vida la instan a adaptarse y ablandar su corazón.

Un día supe que Mi Querido Enemigo es secuela de otro libro llamado Papaíto Piernas Largas. Ya que me había gustado el estilo de la autora me aventuré a pedir prestado el libro de la biblioteca del colegio y leerlo. Recuerdo que me lo tragué en un día y cada vez que vuelvo a leerlo me emociono.  Es lejos lo mejor de Webster. La novela cuenta la historia de la adolescente huérfana Jerusha "Judy" Abbott, la que en la secuela es la amiga que lleva a Sallie a cuidar el Hogar John Grier. Gracias a su talento en la escritura un rico benefactor le financia los estudios en un prestigioso college para señoritas. La muchacha viaja al internado y es donde conoce a sus compañeras Sallie McBride, la simpática y Julia Pendleton, que es todo lo contrario. Judy esconde su pasado de huérfana, avergonzada de sus raíces. Esta novela también es de estilo epistolar, pues Judy cuenta su vida en el internado mandando cartas a su benefactor, al cual llama de cariño "Papaíto Piernas Largas", pues no conoce nada de él más que su silueta. En esas cartas aparecen muchos personajes que pasan por su vida, entre ellos Jervie Pendleton, el tío de su compañera Julia, un joven adinerado bastante excéntrico. Judy ruega a su tutor conocerlo, y aunque este pocas veces responde, se manifiesta en pequeños detalles como regalos cuando está enferma y demás atenciones. Van pasando los años y los estudios de la protagonista se alternan con los veranos en los cuales pasa en la granja de un matrimonio bastante conservador y religioso aunque simpático, que en un pasado criaron a un pequeño Jervie Pendleton que se pasea ahora de vez en cuando por la propiedad, además de las aventuras que tiene con sus amigas en el college. Al final de sus estudios tanto Jervie como Judy se han enamorado y él le pide matrimonio, pero esta lo rechaza, debido a que siente vergüenza de su origen y siente que no tiene nada que ofrecer. Aún así, ella consigue independizarse aunque Papaíto insite en ayudarla, provocándose tensión en la relación entre el tutor y su protegida.

Portada de la edición que tiene la editorial Zig-Zag. Creo que la mejor que he visto, aunque le cambiaría el dibujo de la portada.

El palazo final es que se descubre que Papaíto Piernas Largas es el mismísimo... ¡Albert Einstein! Oka no... ¡sino el excéntrico Jervie Pendleton! Ahí es cuando la figura del enamorado y el benefactor se fusionan y Judy, al saber que este supo desde el principio su origen se permite ser amada plenamente.

He visto varios comentarios criticando la diferencia de edad de la protagonista y Papaíto, más que nada de los que han visto el anime de 1990, lo que a mí me parece una estupidez. Hoy en día nadie parece distinguir la diferencia entre estupro y pedofilia y usan el segundo término como sinónimo del primero, y en esta historia la relación entre la pareja principal no cuenta ni como estupro porque la muchacha no es ninguna perturbada ni ha sido engañada. Es más, me parece bastante prudente que Jervie oculte que es Papaíto Piernas Largas pues... el amor de Judy se hubiese mezclado con una gratitud culposa desde el principio. Hay que contextualizar que es una novela de principios del siglo pasado y las adolescentes ya se casaban con hombres de mínimo 10 años de diferencia. Y el amor de Judy y Jervie no se consuma hasta que ella ya es una mujer adulta. Siendo la chica muy joven nadie le toca un pelo y al parecer es la primera que se enamora idealizando a Jervie Pendleton con el entusiasmo del primer amor.

Que Jervie sea posesivo lo veo más como una ventaja a la historia que como una desventaja. No justifico su actuar si lo viese de una persona de estos tiempos, donde el machismo es a todas luces criticable, pero en la época en la que está escrita la novela hay que ver que Jervie conoció a Judy siendo una joven desamparada y solo se saca esa imagen de la cabeza cuando ella se rebela contra Papaíto. Jervie no la subestima por ser mujer, sino por su papel de protegida. Aunque no nos metemos dentro de su cabeza, podemos ver las señales en su desarrollo de personaje de Jervie. Si la relación se hubiese formado ya desde el inicio de la novela sería a todas luces repudiable, pero al final es una mujer hecha y derecha, con talento y capacidad de sobra para hacerse valer y convertirse en compañera de su marido más que una mantenida.

Eso me recuerda una anécdota personal: el pololo y yo tenemos una diferencia de edad de 3 a 4 años. Ahora que somos adultos ni se nota tanto, pero cuando lo conocí yo tenía 12 años, entonces leía sus fanfics en una página y cuando me atreví a hablarle tenía 13. Él cargaba con 17 años. Cuando le contó a su mamá que tenía una amiguita online y le dijo mi edad, ella va y responde "más adelante no se notará tanto". Será poca la diferencia de edad entre mi pareja y yo comparada con la que hay entre Jervie y Judy, pero la verdad siempre existirá gente que vea mal una relación porque sí.

También está el caso de mis abuelos, de los cuales ella le lleva unos 9 años a él (aunque el matrimonio no les salió exitoso que digamos).

Yo no veo al final que Judy acepte a Jervie por sentirse en deuda por la generosidad de su querido Papaíto, sino porque a través de él descubre que no tiene de nada de qué avergonzarse. Y aquí está el mayor complejo que tiene la muchacha: la vergüenza.

Judy es arribista y frívola. Lucha con ganas contra estos defectos al contrario de Sallie, porque Judy se identifica como una proletaria y hasta se posiciona políticamente como una socialista. Está agradecida con su benefactor, pero es crítica con los ricos debido a que estos consideran a los pobres como mascotas que les ayudan a expiar sus culpas por medio de la caridad. Aún así ella no guarda odio, sino que tiene fe que el mundo puede cambiar a través de los gobiernos y no con violencia. Todo esto ahora parecerá demasiado idealista, pero para una obra que viene de un país que a cualquier cosa que tenga tufillo de izquierda tachan de comunista plantea ideas políticas rayando lo subversivo.

Si unos le echan mierda al libro por ser de izquierda, no faltarán los zurdos que lo vetarán por "amarillo". Conozco mucha gente con la cual estudié y jugaban a ser revolucionarios sin saber ni usar una resortera que odiarían la novela por la idea de cambiar el mundo a través medio de reformas y no por la vía armada. Hasta a mí me da un poco de tirria, lo reconozco. Bueno... si es por líneas políticas en ese caso nadie sería capaz de dejar contento a nadie, pero bueh... que Webster se aventure a hablar de política sin dejar de lado la humanidad en sus obras es algo que aprecio muchísimo, por mucho que nos dé cringe que fuese partidaria de la eugenesia (me gusta que Sallie se perfile a favor directamente a ese tema pues es una burguesa, mientras que Sallie como proletaria no lo mencione y presuma orgullosa su postura socialista).

Me encantan las historias de misterios, y que esta novela tenga un misterio implícito acerca de la identidad de Papaíto le da ese toque que amo de los libros. No todos los misterios son de asesinatos como en las novelas de detectives (de las cuales un tiempo fui muy adepta), pues hasta la vida misma está llena de conspiraciones e intrigas ya sea familiares, de colegio, trabajo, amistades, etc.

Jean Webster murió no sin antes conocer a un presidente de los Estados Unidos en persona, habiendo vivido una historia que por sí misma pudo haber sido una novela (se nota que Sallie y Judy son antípodas de su personalidad) y dejando una niña huérfana de madre al mundo más sus entrañables novelas. Una pena su tragedia final, pero en vida fue una mujer llena de optimismo y un idealismo del cual hasta yo, como lectora fan, me río. No creo que pensase que los pobres son pobres porque quieren, sino que merecen el apoyo suficiente para tener las suficientes oportunidades que los más favorecidos. Pero también es cierto que nadie elige donde nacer, ni siquiera los más burgueses. Ahora todos apuntan al dedo a los progres/zurdos por su origen quizá adinerado, pero son los mismos que le besan el culo al Che Guevara, Salvador Allende y a Lenin cuando estos eran tan burgueses como el zorrón del que se burlan...

Y ya me fui por las ramas.

Mi deseo es ponerme las pilas un día y hacer mis propias ilustraciones de los personajes de Jean Webster. Algo ambicioso sería hacer mi adaptación a comic de Papaíto Piernas Largas. No estoy segura si la obra ya será de dominio público.

~ Genezaret


PD: Estuve viendo el anime de Papaíto Piernas Largas, pues nunca había visto ninguna adaptación a la pantalla grande o chica de este libro. Por ahí quizá le dedique una entrada exclusiva. Para que sepan me fumé los 40 capítulos en un día. Aún así, ruego que un día no sé... a Netflix se le ocurra adaptar la novela ya que al parecer hoy es el boom de las series de época. Esta historia tiene verdadero potencial y hasta toleraría que incluso blanquearan la relación de Judy y Jervie quitándole al segundo algunos años jaja.

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